viernes, 30 de marzo de 2007

MANANTIAL DE ESPIRITUALIDAD



Dios se revela a través de su palabra y de sus hijos que la predican





Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el universo (Hebreos 1,1)

El Señor de los cielos, alto y sublime se ha revelado a los hombres desde el principio, y lo sigue haciendo a través de sus hijos, inspirados en su Santo Espíritu. Dios pudo haber enviado a su hijo en la forma de un hombre adulto sin la necesidad de nacer como un niño. En tal caso el cuerpo de Jesús hubiera sido una simple corteza por así decirlo, encerrando la naturaleza divina.

Pero en su sabiduría Dios no escogió hacerlo de esa manera. Más bien optó que su Hijo naciera de una virtuosa mujer. Sucedió lo mismo con la Biblia. Dios pudo habernos enviado su Libro directamente del cielo como una revelación completa, encuadernado en piel finísima, con perfecto acabado y tipografía de calidad sin igual, con cubiertas grandes para proteger sus hermosos cantos dorados, con impecable impresión en papel finísimo de la India, Pero El no quiso hacerlo de esa manera. En vez de eso, la luz de la revelación divina irrumpió en el alma de Moisés, David, Pablo, Juan y muchas otros personajes .Como resultado tenemos la revelación de la verdad divina para los hombres, inspirada por Dios y escrita por estos valientes hombres temerosos de su Palabra.

Dios, igual podría hablarnos frente a frente, o susurrarnos al oido a medianoche sus verdades, pero le ha placido que el propio ser humano le busque en su Palabra, y que escuche a los que la profesamos con ahinco.

Amigo, familiar, hermano, no esperes que nadie te lea la Biblia por ti, no esperes que Dios te llame por telefono, o te ponga un e-mail, o toque a la puerta de tu casa vestido de blanco impoluto. Si tu no lees sus verdades inspiradas, si tu no oyes a los que te exhortamos, si tu no le buscas en espíritu y en verdad, no podrías lamentarte luego. Nunca olvides esto, Dios se revela gradualmente, mediante su palabra, y por medio de quienes la compartimos con fe. Con la honestidad que me caracteriza puedo afirmarles, que sus vidas cambiarán para bien, no estoy hablando de posesiones materiales, pues estas son temporales, hablo de las espirituales que son eternas.

Bendiciones

Lalin (Eduardo E.)

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